En muchas ocasiones las personas que estamos buscando trabajo, solemos ofrecernos a empresas aunque no haya un proceso de selección abierto. En estas situaciones es muy importante "dejar huella" para que no se olviden de nosotros y una de las formas que tenemos de destacar es entregar nuestra tarjeta de visita.
Las tarjetas de visita siguen siendo hoy en día una excelente herramienta de personal branding.
Nuestra tarjeta de visita dice mucho acerca de nosotros mismos, dependiendo del sector profesional al que nos dediquemos podemos tener una tarjeta clásica en su forma y color o una tarjeta trasgresora en el caso de las personas que trabajan en ambientes creativos donde la innovación es la norma.
Si buscamos un empleo en un ambiente tradicional y conservador es mejor optar por diseños clásicos con fondo blanco, gris claro o azul. El tamaño y la forma deben ser estándar y adecuados al país en el que queramos trabajar.
Si por el contrario optamos por una presentación creativa, nuestro objetivo es claramente impactar y que no se olviden de nosotros. Debemos tener en cuenta que el contenido en ambos casos será el mismo: Nombre, apellidos, dirección, teléfonos de contacto, correo electrónico y sobre todo nuestra profesión; pero si queremos ser originales y arriesgarnos con un producto diferente podemos añadir códigos QR, URL, o imágenes.
La forma y el color de nuestra tarjeta también será diferente a la clásica, es decir, no tiene por qué ser blanca y rectangular, puede ser redonda o cuadrada y de cualquier color.
En este enlace hay cientos de ejemplos de tarjetas de visita originales.
Tarjetas de visita originales
¿Cómo podemos destacar frente a la competencia?
Para no pasar desapercibidos, voy a dar unos consejos:
- La tarjeta debe definirnos.
Este pequeño trozo de cartulina debe informar claramente de a qué nos dedicamos, hay que tener en cuenta que en la mayoría de las ocasiones no es lo mismo decir qué estudios tenemos y a qué nos dedicamos realmente. Por ejemplo una persona puede ser licenciada en derecho y dedicarse a vender libros sobre derecho.
- Hay que tener paciencia al diseñar nuestra tarjeta.
Debemos pensar bien los colores, tipo de letra, tamaño, etc. Una vez que la entregamos no hay vuelta atrás.
- Cuidado con el tamaño y forma.
Si nuestra tarjeta es demasiado grande, no va a caber en una billetera normal y lo más seguro es que acabe en la basura. Hay unos tamaños estándares en cada país y no está de más informarnos previamente.
- Utilizar siempre la parte de atrás.
Este espacio no debe ser desaprovechado, si la persona a la que entregamos nuestra tarjeta se la encuentra del revés debe tener un incentivo para darle la vuelta. Mucha gente pone en la parte de atrás un logo o un mapa.
- Respetar los márgenes y tener cuidado con el tipo de papel que utilizamos.
A veces una presentación brillante se puede ver arruinada por usar un papel que se deshace fácilmente, además hoy en día existen alternativas al papel, muchos se arriesgan con el plástico, cartón e incluso metal.
Por último sólo cabe decir que es aconsejable no usar una tipografía demasiado pequeña y hacer una prueba de impresión en casa antes de llevar el USB a la imprenta.
... y ahora ¡a crear!.