Cuando necesitamos un empleo urgentemente, todos estamos en peligro de acabar siendo víctimas de una serie de estafas que están proliferando en los últimos tiempos conforme se ha ido acentuando la crisis, y es que hay personas y organizaciones sin ningún tipo de escrúpulos que se aprovechan de la desesperación de quienes no tienen un puesto de trabajo.
Las hay de diversos tipos:
- Envío de currículos. En ocasiones, muchas personas han recibido correos electrónicos de supuestas agencias de empleo que prometen "empleo instantáneo" a cambio de una determinada cantidad de dinero. Estos estafadores no solamente se quedan con el dinero de los desempleados, además obtienen datos personas que venden a terceros.
- Falsas ofertas de trabajo. Anuncios que prometen un empleo "bien remunerado" a cambio de una cantidad de dinero para "gastos de gestión", "certificados", etc.
Los estafadores buscan obtener información financiera del estafado. Hay que tener especial cuidado porque a veces prometen importantes comisiones a cambio de ingresar dinero en nuestra cuenta corriente. Esto es especialmente peligroso.
- Falsas bolsas de trabajo. Esta modalidad de estafa promete incluir al candidato en una bolsa de trabajo, a cambio de una módica cantidad de dinero. A veces organizan falsas entrevistas de trabajo en locales o salas de hotel alquilados para la ocasión.
- Falsos cursos de formación. Hay ocasiones en las que se nos ofrece un curso de formación con bolsa de empleo que garantizan "resultados inmediatos". Normalmente, piden pagos por adelantado y ofrecen sus servicios en varios países.
- Números 800. Anuncios que ofrecen un empleo llamando a un número 800 que nos tarificará por minuto y hará aumentar considerablemente nuestra facturación.
Cómo evitar ser víctimas de estas estafas.
- Desconfiar de aquellos servicios que nos "garanticen los resultados al 100%".
- Antes de pagar cualquier curso de formación, se debe consultar la validez de los diplomas y el prestigio de la empresa que ofrece el curso.
- No confiar en agresivas ofertas que no admiten un "no" por respuesta.
- Desconfiar de ofertas que tienen una "fecha límite" para responder y pagar el dinero correspondiente.
- Desconfiar de empresas sin dirección física, sin interés en reunirse con el candidato, que obligan a revisar su situación en la agencia constantemente para no ser descartados.
- Hay que exigir siempre información por escrito de los servicios que ofrece la agencia, contrastar la información y no confiar en supuestas "buenas referencias" de clientes satisfechos en internet.
Si alguna vez somos víctimas de una estafa, no debemos olvidar:
- Cerrar todas las cuentas de correo electrónico que hayamos usado con la supuesta empresa.
- Guardar y archivar en lugar seguro toda la comunicación que hayamos tenido con la empresa.
- Cambiar todas nuestras contraseñas en internet.
Lo más importante de todo: denunciar nuestro caso a las autoridades.
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